miércoles, 21 de agosto de 2013

Presidente, ¿qué le quita el sueño? Una siesta, Cala

Rubén D. Atahuichi / La Paz
18 de agosto de 2013
 
La noche del martes, todo el mundo se había colgado de CNN. Estaba en el aire “la entrevista del año” y su estrella, Ismael Cala, el mismo que, en un insólito peregrinaje por muchos programas de televisión, se quejó la semana pasada de haber sido plantado por el presidente Evo Morales.
Fue una entrevista preparada durante tres meses, con tres errores capitales: el periodista dijo que el “ama sua”, el “ama llulla” y el “ama qhella” son una trilogía aymara (y el entrevistado no aclaró que es quechua), que La Paz es la capital boliviana y que era ideal para el fondo y la rejilla del programa una tonada peruana.
Más allá del gafe muy usual en este oficio, lo demás corrió como algo familiar para nosotros. Todas las respuestas del cara a cara las sabíamos. Claro, quizás el público internacional de CNN no sepa qué temas dominan la agenda boliviana de la información.
Amilanado por tanta catarsis previa, aunque arropado con tantos que quisieran una foto con él o ser como él (yo prefiero a Restrepo, Ramonet, López Vigil, Bastenier, Archondo, Guzmán, Orduna, Zambrana, Álvarez y otros colegas domésticos de gran talante profesional que quizás olvido citarlos), Cala hizo lo de su libro: Cala contigo, el poder de escuchar. Con Evo, escuchándolo y hasta asintiendo —con un “ajá” y un “ok” recurrentes— las alusiones y proclamándolo: Es un “líder y estandarte mundial en que se ha convertido Evo Morales”.
Vapuleado y sin capacidad de reacción, ni réplica ni dúplica, preocupado en aclarar que la entrevista va sin cortes (pero con más cortes que preguntas). Quizás al final encontrábamos algo de la Agenda 2025 o el futuro de Evo despúes del Palacio de Gobierno con la pregunta de epílogo, pero nada, sólo una tomadura de pelo.
— Presidente, ¿qué le quita el sueño?
— Una siesta.
Morales había ensayado la tangente, una explicación sobre cómo aprovecha cinco, diez o 15 minutos para quitarse el sueño y despertar luego “chalinga”. ¿Y la réplica? Aunque con algo de dignidad ante tanta bronca presidencial por el lloriqueo: “Yo simplemente opté por el derecho de cualquier ciudadano, libre de decidir, abrir mis horizontes y vivir fuera de mi país natal”. Así es, pienso igual.

Publicado  en el suplemento Animal Político de La Razón

3 comentarios:

  1. quien paga a quien para que alguien diga lo que tiene que decir y asi tenga su pega y paga junto con la hipocrecia de por medio haciendo creer al humilde que es un tonto que puede tragarse lo que le meten por los ojos y la oreja?

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  2. bla bla bla bla (escribiré algo para que alguien lo lea, aunque no lo lean, con tal que lea el q me paga y diga que lo leen y no me bote de mi pega) que chichis que gano.

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  3. ajummm ya me da sueño.

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