Rubén D. Atahuichi López *
Entre otras cosas, y en un diálogo informal y callejero, dijo a La Prensa que no está de acuerdo con sugerencias como recortar el gasto público, lo que mermará las inversiones sociales. Comentó, además, que la crisis del país se debe al contagio regional y a su mediterraneidad. Incluso se ofreció de intermediario para conseguir ayuda económica para el país.
Bajo
el auspicio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
Sachs, quien impulsó en Bolivia el modelo neoliberal en 1985, se reunió ayer
por varias horas con Sánchez de Lozada y su gabinete en la residencia
presidencial de San Jorge. Mantuvo cierta discreción respecto de su visita a La
Paz, aunque no se mostró reacio al requerimiento de este medio.
Tan natural, y en medio de la calle y del frío de la noche paceña, respondió algunas inquietudes. Hoy, en conferencia de prensa, dirá más detalles de su estadía en el país.
Yo no estoy de acuerdo que algunas personas, como en Washington, que dicen que es necesario cortar el gasto público. Creo que es un error importante. Es necesario incrementar el gasto público para las inversiones humanas, para salud, educación, carreteras, agua y sanidad. Yo estoy buscando dinero en el mundo de parte de los donantes, acreedores, de las instituciones internacionales, para que puedan dar más ayuda a Bolivia en estos años tan importantes.
- Toda
la región está sufriendo la crisis y porque Bolivia es un país mediterráneo.
Con países vecinos, que cada uno está en crisis, naturalmente Bolivia está en
crisis. Si Brasil y Argentina mejora, Bolivia también va a mejorar. Es necesaria
una estrategia junto con los vecinos; una integración sudamericana verdadera.
- Claramente
es viable, pero hay muchos problemas y mucho que hacer; muchas inversiones, y
Bolivia necesita mucha ayuda del mundo. Voy a tratar, próximamente, de buscar
ayuda que Bolivia necesita.
El economista discrepa con la concepción del término “neoliberal”; prefiere llamarlo modelo de economía mixta.
- Yo creo que la situación en este país es más difícil que en otros países por su condición geográfica, un país mediterráneo, sin acceso a la costa. Por eso la economía es más pobre que la de los vecinos y hay muchas tareas por hacer para cumplir los objetivos de crecimiento. Pero creo que el Gobierno, sinceramente, está tratando de hacer eso, y el Presidente es uno de los líderes más inteligentes del mundo, es un verdadero genio. Creo que hay perspectivas de mejoramiento, con inversiones sociales, con inversiones del gas natural, inversiones de turismo y de integración con los vecinos.
Y si el país mantiene estabilidad, paz y democracia; creo que estas inversiones van a mejorar la situación dramáticamente en la década que viene, soy muy optimista.
No hay un sistema puro de economía, es necesario establecer un Estado que juegue un papel importante en la economía y un mercado que también juegue un rol. Entonces, no creo en un neoliberalismo puro; yo creo que hay formación del gobierno en cada país del mundo.
También
es necesario tener un mercado libre para el intercambio internacional;
integración importante con los vecinos bajo un sistema de mercado. Y no sé
exactamente cómo (describir) ese sistema mixto, pero no es un sistema puro como
un libro de economía.
- Parece
que hay tanto gas natural, que lo hay bastante para usarlo tanto domésticamente
en el país y también para exportarlo. Así, recibir dinero para hacer
inversiones sociales y de infraestructura, es muy importante para el país.
- Es posible. También es posible que la política de Estados Unidos no va a permitir un verdadero ALCA, porque hay tantas políticas de intereses especiales en Estados Unidos, respecto de (asuntos agrícolas, en sectores donde los países sudamericanos tienen ventajas comparativas. Y en Estados Unidos hay muchos proteccionistas.
Entonces,
no estoy seguro que Estados Unidos vaya a proceder con negociaciones bastante
audaces que necesitan los países en América Latina.
*Entrevista publicada por el autor en el diario La Prensa a mediados de agosto de 2003, un par de meses antes de la caída de Gonzalo Sánchez de Lozada