sábado, 8 de diciembre de 2012

Golpe de timón

Rubén D. Atahuichi López
04 de diciembre de 2012
 
Tuvo que ocurrir un caso grave, inocultable, para movilizar al Gobierno. El caso Ostreicher, que derivó en otro de extorsión por parte de una red mafiosa incrustada en al menos dos ministerios, ha develado una crisis institucional muy fuerte, al punto de cuestionar seriamente la fragilidad del aparato gubernamental y la transparencia del Órgano Judicial, cuyas autoridades fueron elegidas por primera vez en octubre de 2011, directamente por el pueblo.
Que personal de confianza del Ministerio de Gobierno esté implicado en una peligrosa banda de extorsionadores y con una fuerte incidencia en procesos judiciales clave que encara esa cartera de Estado, sólo puede entenderse por la disposición discrecional de la función pública, quizás arropada por dirigencias del partido de gobierno que, a toda costa, mantienen cargos sin reparar mínimamente en la capacidad y la honestidad de los funcionarios a los que los promueven y respaldan. Asesores y otros empleados inamovibles más allá de la transición de al menos cuatro ministros son la prueba de ese poder político nefasto.
Si bien la defenestrada Justicia se encargará de juzgar a los responsables de este nuevo episodio de corrupción en parte de la administración de Evo Morales, surgen las dudas acerca de la eficiencia e imparcialidad de sus acciones, sabiendo que algunos de sus miembros presumiblemente son parte de la red, que se ha mimetizado donde pudo para cometer atrocidades delincuenciales.
Estoy seguro de que el caso develado la semana pasada por el ministro de Gobierno, Carlos Romero, no es el único. Transcurren inadvertidos otros, quizás solapados u omitidos por autoridades y funcionarios, como uno que me enteré de un ministerio referido a la contratación irregular de un trabajo de imprenta por un costo exorbitante. Un caso menor, diríamos, pero caso de corrupción al fin.
Y, obvio, la corrupción no es exclusividad en el Gobierno. Se conoce de denuncias de malversación, uso de influencias o desfalco en algunas alcaldías. En las gobernaciones, ni qué decir (en mi criterio, el desvío de recursos para los referendos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, en 2008, fue entendido como un simple trámite). Lo que ocurre es que los medios de información concentran sus agendas en la corrupción del Gobierno y omiten, también normalmente, las acciones ilícitas en otros niveles de gestión. Claro, la corrupción no es tal por la atención o no del periodismo, sino por la actitud malsana de algunos funcionarios.
Hay suficiente motivo para preocuparse. No hay dudas de que el afán de Morales de mantener su gobierno transparente se queda sólo en la intención. Santos Ramírez, otrora potencial candidato a la vicepresidencia, fue descubierto no por la interdicción estatal a la corrupción, sino por la muerte de una persona. Las irregularidades conocidas hace poco en la construcción de las plantas de Río Grande y Gran Chaco fueron develadas tras el accidente de uno de sus ejecutivos (Gerson Rojas)… ¿Y qué pasa en los casos donde no ocurren hechos colaterales?
Un caso más, el país no soporta; menos mal que la integridad del Presidente del Estado está incólume todavía. Sin embargo, Morales debería ocuparse de instituir un golpe de timón en su administración. Es hora de que concentre sus acciones en el control de transparencia que aparentemente rebasó al ministerio que le corresponde. Ese golpe de timón debería marcar el punto de inflexión entre lo que es ahora el Gobierno y lo que pretende ser después. Sólo así puede verse más allá de 2014.

Parte-Contraparte, columna publicada en La Razón

‘Si este proceso se frustra, será culpa nuestra’

Rubén D. Atahuichi López
25 de noviembre de 2012
 
Se ve muy saludable, repuesto de una dolencia antigua. El otrora secretario ejecutivo de la COB (196-1997) se decanta por el proceso de cambio y encuentra en Evo Morales un líder natural al que los bolivianos deben apoyar si es que no quieren que se frustren las transformaciones que experimenta el país. “Él está obligado a actuar como estadista”, afirma. Expresa serios reparos contra Filemón Escóbar, de quien se refiere con calificativos fuertes; critica, además, a la oposición.
Usualmente es difícil abordarlo para hablar de política, a no ser que se trate del Archivo de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) que con dedicación logró construir en la ciudad de El Alto. Pero nos ofrece la oportunidad, y Édgar Huracán Ramírez se decanta a favor del proceso de cambio y hasta se da valor para despotricar —y a la mala— contra quienes cree que fueron, antes y hoy, traidores del movimiento obrero (y del proceso).
Nacido en Potosí en fecha de la que a propósito dice que no se acuerda, el quizás más radical de los líderes de la Central Obrera Boliviana (COB), entre 1996 y 1997, repasa la realidad política del país. Alaba al Gobierno y cuestiona a la oposición. “Les digo con sinceridad: como está de moda tener un indio de lo que sea y tirar discursos en guaraní, quechua y aymara, la derecha está buscando sus indios y los está encontrando”.

Con voz grave y firme, como cuando arengaba al movimiento obrero mientras fue líder sindical, el Huracán, como le dicen desde tiempos que no recuerda, no se compara con otros recordados dirigentes como Simón Reyes Rivera, fallecido el 1 de noviembre, aunque guarda serios reparos contra Filemón Escóbar. “Yo encuentro solamente a tres compañeros del nivel de Simón; no hay un cuarto: Juan Lechín Oquendo, Víctor López Arias y Federico Escóbar Zapata”.
Más allá de esa descripción, acepta calificar a los líderes de oposición. Dice que Juan del Granado, del Movimiento Sin Miedo (MSM), sigue siendo “paz-zamorista” y Samuel Doria Medina, de Unidad Nacional (UN), “mirista”. “En eso ambos son consecuentes”, ironiza.
Con esas percepciones, a Evo Morales lo debe considerar mejor. Cuenta que hace rato que no ve al hoy Presidente del Estado, con quien dice haberse conocido cuando ambos eran dirigentes sindicales. Aunque cree que cuando ambos se vean otra vez, quizás se traten como “hola, Evo” y “cómo estás, Huracán”. Recomienda a la primera autoridad del país “actuar como estadista, incluso debe tomar las decisiones antes de que le sugieran”. Considera que “quizás el error (del Mandatario) sea la confianza ciega en algún grupo humano o social, que dice que lo apoya”.
— ¿Pudo ser este proceso del 82?
— Yo pienso que no.
— ¿Por qué?
— Porque el año 1982 comenzamos mal. Empezamos con un Parlamento que se constituyó en el escollo fundamental para que el proceso avance. Empezamos legalizando un Parlamento que había sido elegido en 1980 y cuya mayoría era de ADN (Acción Democrática Nacionalista), MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario) y otros partidos de derecha. Éstos empezaron a ponerle obstáculos al camino que el pueblo buscaba; por esa razón, en tres años dieron un golpe de timón y nos llevaron al camino del neoliberalismo. Por ello, no debemos afirmar que la democracia en sí misma sirve para todo y para todos. La democracia tiene sello y el rostro de quien la ejerce. La democracia de 1985, para 2005 o 2006, ha servido para enajenar al país; esta democracia está restituyendo los derechos, los recursos naturales para que los bolivianos nos beneficiemos.
Hubo una discusión larga, que a mucha gente le ha sacado sonrisas, en sentido de que las nacionalizaciones deben ser de esta forma u otra, que el petróleo no se ha nacionalizado… La nacionalización es algo simple: significa que aquello que está en poder de manos privadas se convierte en algo del Estado y del pueblo boliviano; no importa el nombre que le pongamos; las nacionalizaciones nunca son iguales en el planeta ni se darán en la historia. Para mí, es la nacionalización del excedente de los hidrocarburos. Ese excedente que iba a parar a los bolsillos de las transnacionales, ahora es el excedente que se reparte en el país.
— Alguna vez Filemón Escóbar dijo que los trabajadores tuvieron la culpa de la caída de Hernán Siles Zuazo y con Evo Morales  no había que repetir eso.
— Evo Morales dijo que negociar con la Embajada de Estados Unidos “es una caca”. Yo digo que para hablar de caca, hay que ser experto en caca, y yo, para hablar de Filemón Escóbar, no soy experto en caca.
— Nos sorprende. ¿Por qué tanta diferencia suya con Filemón?
— Yo no soy experto en caca, y él lo es.
— Pero él impulsó la fundación del instrumento político que lidera el proceso de cambio.
— No debo  hablar de este señor, porque va a empezar a heder hasta mi aliento si digo su nombre; por eso no lo digo.
— Dice que este proceso será de años. ¿Lo acompaña el pueblo?
— Pienso que debe acompañarlo.
— ¿Lo está haciendo?
— Si hay gente que no lo está haciendo y aspira a que Bolivia sea grande, debemos empujar este proceso hacia adelante. De lo contrario, lo harán los de la derecha, para hacer que la historia ruede para atrás.
— ¿Y el movimiento obrero tendrá esa convicción sobre el proceso?
— Hay que entrar a debatir con ellos en su seno, no hay que hacer el papel del que califica desde la galería. No soy amigo de hacer eso, pero sí estoy dispuesto a debatir con quien sea sobre la validez de este proceso. Si alguien me pregunta por qué Édgar Ramírez peleó desde hace cuatro décadas o más, yo voy  a decir “por un proceso parecido a éste”, por un proceso diferente al de Gonzalo Sánchez de Lozada, de Hugo Banzer o de René Barrientos. Si este proceso va en retroceso o  se frustra, será culpa nuestra, y culpa mía.
— ¿Con qué frecuencia ve al presidente Morales?
— Yo nunca lo veo, porque no soy funcionario gubernamental, no soy militante del MAS (Movimiento Al Socialismo) y no soy nada. Otra cosa es que yo apoyo este proceso de manera incondicional; no necesito ser funcionario ni militante del MAS.
— ¿Desde cuándo no ve a Evo Morales?
— Con Evo no me veo desde hace mucho tiempo, porque Evo es un exdirigente sindical. De ahí viene nuestra amistad. Si nos vemos, digo que vamos a hablarnos, como Presidente y yo un ciudadano común y corriente, yo no voy a tener la necesidad de decirle “señor Presidente” ni él “cómo está, ciudadano Ramírez”. Quizás lo hagamos como antes, “hola, Evo” y “cómo estás, Huracán”. Estoy seguro.
— ¿Cómo está manejando Morales el país?
— Hay que apoyar sus medidas. Lamento que muchas de ellas no estén bien comprendidas o bien ejecutadas, pero no porque Evo y el proceso sean, de manera connatural, los culpables, sino porque todos los procesos como éste no están inscritos en un manual ni de política ni de economía; se tiene que hacer prácticamente experimentos para saber si da o no resultados; hay que tomar en cuenta que no hay experimentos leyendo profecías. Aquí no hay ninguna profecía; se analiza la situación concreta y se trata de ponerle la solución concreta. Muchas veces esas soluciones, en su evolución, no siempre son como queremos.
— ¿Cuál cree que es su peor error?
— Quizás el error sea la confianza ciega en algún grupo humano o social, que dice que lo apoya. Él está obligado a actuar como estadista, incluso debe tomar las decisiones antes de que le sugieran. Los errores se los van a cargar a él; los triunfos se los llevarán otros. Hay que hacer lo posible por cometer menos errores, porque sobre éstos brincarán los gonistas.
— ¿Es un error insistir con las construcción de la carretera que cruzará por el TIPNIS?
— Debe hacerse esa carretera, porque la liebre ya ha saltado.
— ¿A qué se refiere con eso?
— Porque los que se oponían tienen otras aspiraciones. Les digo con sinceridad: como está de moda tener un indio de lo que sea y tirar discursos en guaraní, quechua y aymara, la derecha está buscando sus indios y los está encontrando.
Perfil
Nombre: Édgar Ramírez Santiesteban
Nació: Potosí, 1947
Profesión: Minero
Cargo: Archivista
Humor
De carácter fuerte y firme, Édgar Ramírez no recuerda desde cuándo le dicen Huracán. “Me agarraste en curva”, dice. Enseguida explica una posible razón de su seudónimo: “Quizás sea porque soplo mucho”. Y seguro que no se refiere a un fuelle.
‘Cooperativas son sociedades anónimas informales’
— ¿A qué atribuye la crisis minera de hace unos meses, las tomas o el interés del Gobierno de revertir las concesiones?
— En este momento hay un periodo de ascenso en las cotizaciones de todos los minerales y acompañados de la decisión del Gobierno de que esos recursos naturales otra vez son de dominio estatal; le pertenecen al Estado Plurinacional. Ambos factores sirven de acicate para que algunos pretendan sacarle algunas utilidades a su actitud.
— ¿Los cooperativistas?
— No solamente ellos.
— ¿Comunarios?
— También. Pero soy un convencido de que los recursos naturales, que tienen carácter estratégico para el país (hidrocarburos, minerales y, hay que agregarle, el agua, la biodiversidad y la seguridad nacional), deben ser los elementos que solamente debe manejar el Estado y nadie más, porque eso tiene que ver con el desarrollo nacional, y éste no es idéntico al desarrollo individual de las personas.
Ese desarrollo nacional no solamente se expresa en la exportación de recursos y la recepción de divisas, sino implica que esas divisas se conviertan en otras actividades para el país. En este momento no existe en Bolivia un solo repuesto de minibús o micro que se haya fabricado en el país; eso se compra con divisas y éstas provienen de la exportación de los sectores estratégicos de la economía boliviana.
Para no tener problemas de repuestos, necesitamos generar divisas sobre la base de los recursos naturales. Ojo, estoy hablando del carácter estratégico, de lo fundamental… No es lo mismo generar divisas con los turistas mochileros que hacerlo con hidrocarburos o la minería. Lo primero genera recursos para menester de carácter menor, no genera divisas en ninguna parte del mundo; Egipto no vive del turismo, sino del petróleo.
— ¿Las cooperativas son aliadas consecuentes con el Gobierno?
— No sé, hay que preguntarles  a ellas.
— ¿Cómo las percibe?
— Me está preguntando como si yo fuera cooperativista.
— Le estoy pidiendo su percepción.
— Esto tiene que estar ligado al control estatal. Yo tengo mi opinión de las cooperativas mineras; vayan a Potosí y las cooperativas existen sólo de nombre; son sociedades anónimas informales.

Publicado en el suplemento Animal Político de La Razón

jueves, 22 de noviembre de 2012

El día fue ‘censacional’ para las redes sociales en el país

La Razón / Rubén Atahuichi / La Paz
01:22 / 22 de noviembre de 2012
 
La jornada transcurrió “censacional” y hasta “censual” para algunos que tienen cuentas en las redes sociales Facebook y Twitter, que además de constituirse en grandes medios de información fueron espacios para la ironía popular sobre el censo de ayer.
“Mientras tú me ignoras, el empadronador me hace preguntas censuales”, escribió la noche del martes @OlgaViota, quien a la vez hizo de empadronadora. En minutos, la palabra “censual” se convirtió en pretexto para idear percepciones sobre el evento.
Alguien quiso zafarse brevemente de Twitter para atender a quien tocaba el timbre. “Esperen un ratito. Voy a ayudar a los empadronadores a tirar abajo ese portón. Cualquier cosa, ya saben que sí o sí seré censacionalizada”, dijo @GabrielaIchaso.  Otra estaba impaciente ante el dilema de cocinar o esperar ser censada. “Uslero, margarina, harina y ni un empadronador/ra a la vista”, tuiteó @tanlogico.
Pertenencia. En el Facebook, la viceministra de Políticas Comunicacionales, Claudia Espinoza, contó con sorna algunos detalles del empadronamiento. “Una jovencita, aplicando la boleta del censo, llega a la pregunta 29: ‘¿A qué tribu pertenece?’”.
Graciosa fue @jessicaolivares con relación a la “pertenencia” de la pregunta 29 del Censo de Población y Vivienda. “¿Pertenece a alguna nación o pueblo indígena? —No, alienígena”.@El_Dog también: “¿Pertenece a alguna etnia o raza? Soy el último de mi propia especie”.
No faltaron quienes colgaron en las redes las “evidencias” de que fueron encuestados, unas fotografías del sticker de “censada” en la puerta u otras con los empadronadores que les tocó. “¡Sonó el timbre! ¡Qué emoción!... Si no es churro, digan que tengo autismo”, se burló @_MaJo_ sobre quien debía ir a “censuarle”.
@verokamchatka cuestionó a quienes intentaron frenar el censo: “Pobres empadronadores/as de casas de rabiosos/as opositores/as. Recibirán toda esa rabia que diariamente mastican en la boca algunos/as”. 
“Censo respondido, sticker en puerta. Empadronador no se quería ir de casa, se puso a ver el partido Man City vs Real Madrid. Minutitos nomás”. @RicardoBajo contaba así la amistad que había  establecido con el voluntario.  Y @OlgaViota ensayó una despedida a su visitante casual. “¿Te vas? ¡Sólo fui un número para ti! No se enamore del empadronador sólo porque mantuvo la charla aún tras saber su edad”.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) instó a los bolivianos a participar de la cita cívica con el eslogan de “abre las puertas al censo”. “Abre la puerta al censo... no le hagas un Deszaire”, dijo @_Morelliana_, en alusión al grupo de rock que interpretó la canción oficial del evento. “Háganse un favor. No pongan a @patboliviatv, están los de Deszaire cantando ya saben qué”. @gabrielabolivia fue más inclemente con el conjunto.
Discusiones. Otro que no sabía cuándo llegaba el censador, escribió: “Abro a cada rato la ventana, y nada”. “Yo abro mi corazón al #CensoBo y nada...”, respondió @tanlogico. #CensoBo y #Censo2012 fueron los hashtag (clave) más usados en la red Twitter. Con ellos, los webactores o tuiteros podían (y pueden) informarse sobre el curso del acontecimiento.
Otra pregunta del censo que causó debate en el Twitter fue la 23, referida al parentesco con el jefe o la jefa del hogar. @AndrsGomezV, @mrduranch, @groveryapura, @roblaser y @fabianrestivo intentaron sin éxito establecer quién, entre el hombre y la mujer, tenía el papel. “¿Quién es Jefe de Hogar? Ella, digo. No, dice, es él. Le hacen caso, obviamente”, contó @roblaser. “¿Hubo coerción óptica?”, expeculó @AndrsGomez, y @fabianrestivo remató: ¡Escobástica! Aquí las sutilezas no funcionan”.
Si la juerga virtual fue entre los tuiteros, de las ironías no se salvaron algunos políticos, como el canciller David Choquehuanca, quien promueve el solsticio del 21 de diciembre, fecha fatal para el calendario maya y algunas profecías. “Crisis en el gabinete. Canciller protesta por un censo inútil dado que en un mes es el fin del mundo”, especuló @roblaser.
Tampoco los equipos de fútbol. “Wilstermanistas tranquilos: es día de censo, no ‘descenso’”. La frase pertenece a @tinchowww. No podía faltar la alusión a los periodistas. “Cuidado, ahora la prensa nos vigila y publica hasta los chistes de este mundo chacotero y criticón”, alertó @roblaser.
Lo cierto es que ayer hubo ajetreo en las redes sociales más que en las calles. “Santa Cruz parece el Sahara. Todo sea por el bien de nuestra amada #Bolivia”, describió @leofernandez1. Menos mal que no hubo “en boca censual”, como los típicos resultados “en boca de urna” de las elecciones. Quizás las ironías sigan estos días. ¡Censacional!
Otras frases en el twitter
Pajaritos
¿Qué pensarán los pajaritos de nosotros? “¡Epa! ¿Qué paso? Por qué no salen a hacer bulla como todos los días? ¿Es por algo qué hicimos? (@e_Iiana).
Deszaire
Si no te haces censar, Deszaire irá a tu casa para tocar la canción oficial del #CensoBo Ya sabes, abre tu puerta (@LaMalaPalabra).
Pregunta
Pregunta 98: ¿Busca su alma gemela en el tuister (Twitter)? (Que #CensoBO sirva para algo) (@e¿etceterum)

Nota publicada en La Razón

El chimán Del Granado

La Razón / Rubén D. Atahuichi López
00:25 / 20 de noviembre de 2012
 
El líder del Movimiento Sin Miedo (MSM), Juan del Granado, respondió ayer por adelantado la pregunta 29 del Censo de Población y Vivienda. “Yo me voy a identificar como chimán; sí, porque quiero identificarme con los pueblos indígena originarios que están defendiendo el TIPNIS (Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure) frente a la política criminal del Gobierno contra los pueblos indígenas”.
Que yo sepa, el dirigente no es indígena y, a lo sumo, debe ser descendiente quechua, por su origen cochabambino. Obvio, no tiene rasgos de chimán, ciudadano nacido en la Amazonía del país. Como Del Granado, decenas de opositores al Gobierno, intelectuales mestizos, activistas sociales y políticos o webactores han ejercitado en los últimos meses una eventual respuesta a través de las redes sociales: TIPNIS, mojeño o chimán (tsimane).
“Como boliviana o boliviano, ¿pertenece a alguna nación o pueblo indígena originario campesino o afroboliviano?”, dice la pregunta de marras. Enseguida, describe otras subpreguntas, se podría decir: Sí, ¿a cuál? (están anotadas 37 nacionalidades), No pertenece y No soy boliviano o soy boliviano.
Si leemos la pregunta a pie juntillas, se refiere a la pertenencia que puede tener una persona con relación a los pueblos o naciones indígena originario campesinos. No se refiere a la identificación que un sujeto puede tener respecto de un grupo social al que no pertenece.

No voy a abundar en esta discusión política, sociológica o antropológica que ha tenido suficiente espacio en los últimos meses. En mi modesta opinión, la identificación con las luchas sociales no cabe en ninguna de las 49 preguntas de la boleta censal.
Así, considero que es irresponsable pretender una respuesta alejada del real sentido de pertenencia. Una actuación en esa línea expresa una posición meramente politizada, a la que no debería estar expuesto el censo, un acontecimiento altamente cívico y democrático que requiere compilar información fidedigna para el diseño de políticas públicas de los próximos diez años.
Claro, quienes se plantean ese tipo de respuestas a la pregunta 29 quieren manifestar así su oposición a la administración de Evo Morales, al que no le pertenece ni políticamente ni personalmente el censo. Que a éste se opongan o resistan en comicios llamados para revocarlo o elegirlo, tienen todo el derecho; 2014 está cerca y ya comenzaron afanes con ese fin.
Cierto, la omisión de la opción mestizo —eliminada en censos de otros países— en la papeleta censal creó susceptibilidades políticas. Pudo ser una decisión adrede y quizás justificada por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE), pero no implica un motivo para una respuesta ajena al sentido del censo. Buena parte de los bolivianos somos mestizos, y entre éstos otros tantos tienen origen o identidad con cualquiera de los 37 pueblos y naciones indígena originario campesinos.
Que el censo recoja datos reales sobre nuestra realidad y nuestras necesidades. Que Del Granado apoya a los indígenas desde las marchas por el TIPNIS, lo sabemos todos, como que no es chimán ni otra sangre parecida. En línea con esos contrasentidos motivados por sentimientos políticos, ayer alguien se preguntaba con sorna en las redes sociales: ¿por quién vas a votar en el censo? El evento de mañana no es una elección, es una participación cívica y democrática; nada más tan importante.

Columna publicada en La Razón

jueves, 8 de noviembre de 2012

‘Para ser político hay que ser mañudo y maleante’


Casi siempre ríe en breves y contagiosas carcajadas. Al-Azar es uno de los dibujantes que mejor retrata la situación política del país. Sin proponérselo (Animal Político no lo halaga necesariamente por eso con esta entrevista), acaba de ganar el Premio Nacional de Periodismo en la categoría Caricatura. Su propuesta fue publicada en este suplemento el 10 de julio, se trata de una representación en la que animales y un hombre en el TIPNIS son partidos por la carretera que pretende realizar el Gobierno.



Rubén D. Atahuichi López
Una de las entrevistas que más me gustó hacer, publicada el 4 de diciembre de 2011

 
Se ha mofado de todos los políticos, sobre todo de sus actos y situaciones. Una vez, dibujó a un Tío Sam haciendo emisiones de gases gástricos (el eufemismo es casi obligatorio) mientras los presidentes del mundo hablaban sobre el Protocolo de Kioto. En abril, en el primer número de Animal Político dibujó en una escena a Evo Morales marchando con el pueblo y en la segunda, haciéndolo en sentido contrario.

Pero ésta no es una entrevista para conocer la técnica o el trazo del artista, sino una charla con un tipo que a los políticos los llama estúpidos y los detesta, porque le afectan... Comenzamos interpelando su sinceridad, considerando que Alejandro Salazar, el conocido Al-Azar, es una excepción en este espacio del suplemento usualmente asignado a los políticos.
— ¿Se siente "digno" de una entrevista en Animal Político?
— Estoy más contento de ser dibujante de Animal Político que ser entrevistado por Animal Político; mis dibujos son más interesantes que mis conceptos sobre política.
— De todas maneras resumen su pensamiento político.
— Los dibujos son mi opinión. Como artista, soy totalmente sesgado y no soy imparcial. De eso se trata cuando uno opina.
— ¿No le descalifica ser sesgado?
— Todos son sesgados con su punto de vista. En caricatura eso es bueno.
— ¿Animal político?
— Más o menos.
— ¿En qué sentido?
— Soy más un animal de arte, para el que me obligan las circunstancias, porque tengo que trabajar. En este país, la política es muy esencial.
— ¿Qué es la política?
— Mejor, definiré a los políticos. Son humanos que tienen pasiones y costumbres exacerbadas. Es que para ser político hay que ser mañudo, medio maleante, aquí y afuera.
— ¿Alguna vez militó en una organización política?
— Nunca.
— Pero es usted de izquierda.
— Más o menos, porque mi generación es un poco más allá de los 70, cuando todos eran izquierdistas; era la regla. Pero a mí me gustaba más la música que la política.
— ¿De veras?
— O sea, nunca para ejercerla o marchar en las calles.
— ¿Íntimamente en la política sí?
— Me gusta, claro. Soy una persona muy crítica, porque las cosas que hacen los políticos me afectan. Como que creo que Lenin decía: si no haces política, ella te afecta. Es decir, si no tomas decisiones, éstas te van a afectar.
— ¿Comulga con el Gobierno?
— Me parece que hace cosas interesantes, que hace bien. Sin embargo, en otras mete la pata.
— ¿Qué bien y mal?
— En algunas cosas llegó a su techo, pero en otras ya no tiene capacidad.
— Ésas son generalidades.
— Sí. ¿Quieres que diga cosas concretas? Por ejemplo, hay que resolver problemas de empleo o que las cosas no suban.
— ¿Lo mejor que ha hecho?
— Echarle al embajador gringo (Philip Goldberg) fue buena medida y también permitir que la gente tenga más participación en las decisiones. Antes no se veía indígenas discutiendo sobre la realidad del país, era uno de los problemas; muy pocos decidían la suerte de todos.
— ¿Comulga con el proceso de cambio o con Evo Morales?
— Tiene que hacer un cambio, eso me interesa. Un detalle que se refleja en mi trabajo es que no dibujo mucho personajes, pocas veces… Es que la gente pasa rápido, en política sobre todo.
Evo Morales ha servido como un líder, pero eso será pasajero.
— ¿Es Evo Morales un personaje de caricatura?
— Hay personalidades más fáciles de caricaturizar. Evo Morales es relativamente fácil; sus rasgos fisonómicos son bien característicos y sencillos, y a veces las cosas que dice son buenas para dibujar.


— ¿Qué destaca usted de él?
— Al principio, en la primera parte de su gobierno, hice dibujos en los que lo atacaban mucho; era la víctima. Pero, últimamente, con lo del TIPNIS y otras situaciones, cambió, como dibujé en el primer número de Animal Político, en el que en la primera viñeta se lo ve caminando con el pueblo y en la segunda, en contraruta; a partir del gasolinazo.
En un líder veo cómo actúa y lo critico.
— ¿Sánchez de Lozada?
— Es un poco parecido a Evo Morales, aunque no muy familiarizado con el español. Tenía sus metidas de pata terribles, aunque lo dibujé poco. Mis amigos izquierdistas han sido seducidos por Goni. Huáscar Cajías me decía que Goni es buen líder, que va a salvar el país y yo no lo veía así. Decían que incluso era un gran artista, que estudió Filosofía y Cine. Yo no les creía; el tipo era muy arrogante. Yo veía los detalles humanos, tengo capacidad de ver a las personas.
— Si bien caricaturiza las situaciones, ¿se anima a hacer caricatura de los políticos?
— Me gusta reportar situaciones políticas o fenómenos sociales.
— Los políticos son fenómenos.
— Sí, fenómeno producto de las situaciones sociales.
— A ver, imagine una caricatura de país.
— No la he pensado. Pero mientras hacen la doble vía a Oruro, veo que una es para los vehículos y la otra para los bloqueos.
— ¿Hugo Banzer?
— Él hacía informes a fin de año, como todos los presidentes. Banzer está pintando un cuadro, una realidad como Suiza: un chalet, buen tiempo y la gente anda en familia; detrás del cuadro, hay un paisaje lleno de pobreza.
Además de viejo, Banzer estaba desconectado de la realidad.
— ¿Jorge Quiroga?
— Me decían mis amigos que es joven, tiene fuerza, es técnico y va a cambiar el país. Yo no lo veía así; me parecía un tipo insensible.
— ¿Carlos Mesa?
— Siempre me acuerdo de cuando salía al balcón (del Palacio de Gobierno) y la gente iba. Lo veía un poco vacilante, no se arriesgaba… A mí me parece que la política implica arriesgarse y dar todo por el todo, puedes ganar o perder.
Un dibujo: él está en un globo, en un aerostato, y lanza arena; está cayendo su gobierno.
— ¿Eduardo Rodríguez Veltzé?
— Nunca lo dibujé, me parecía un hombre inocuo. Nunca me llamó la atención ni su gobierno ni su figura.
La cara de las personas refleja su personalidad; hay rostros bien poderosos.
— ¿Juan del Granado?
— Lo dibujo: está haciendo campaña por la Presidencia, sube una escalera… va por ese camino, queriendo crecer de chiquito a grande, con vitaminas.
— ¿Samuel Doria Medina?
— No tiene carisma, siempre lo veo en la televisión y nunca sonríe. Tiene cabeza de piedra. No me atrae, no es un hombre con carisma. Aunque hace política, no es bueno para eso; le falta carisma. No se conecta con la gente y pone barreras: “Yo soy Doria Medina, tú eres el pueblo”.  Una vez lo dibujé como a niño cusqueño, gordito. Aunque físicamente es fácil de dibujar sus rasgos, sus acciones no me llaman la atención.
— ¿Cómo los ve a los dos?
— Pienso que no son quienes puedan hacerle frente al MAS. No van a llegar muy lejos y la gente se acuerda de lo que hicieron antes, cuando eran del MIR.
Dicen que cambiaron, pero no les creo mucho.
— ¿Morales tiene más opciones?
— Todavía tiene opciones si es que no sigue metiendo la pata.
— ¿Habló alguna vez con Evo?
— Nunca.
— ¿Con Álvaro García Linera?
— Tampoco.
— ¿Por qué?
— Estoy en mi taller, no voy por ellos.
— ¿Alguna vez un político le llamó para cuestionar sus dibujos?
— Nunca. Los políticos entendieron que aparecer en los medios es un gancho para mostrar que están vigentes; no importa que les critiques, son como una tortuga, no tienen piel, sino caparazón.
— ¿Por más caricatura cuestionadora que sea?
— Sí. Una vez me llamó Marita Siles (empresaria banquera encarcelada)  y atacó mi dibujo.



Perfil

Nombre: Alejandro Salazar (Al-Azar)
Nació: 24-01-1959
Profesión: Arquitecto
Ocupación: Artista plástico

Datos

Estudios: Sistema para lelos.
Color de la piel: café a rayas.
Ojos: pardos-chicos.
Nariz: con subidas y bajadas-mediana.
Boca: más cerrada que abierta.
Labios: medianos.
Cabellos: negros.
Mentón: huidizo.
Cerebro: ondulado.
Manos: que reciben órdenes
Gónadas: en buen estado.
Señas particulares: lunar en conducto auditivo.

Mesa, ¿el punto de inflexión con Estados Unidos?

Rubén D. Atahuichi López

El martes, Estados Unidos decidirá la suerte del mundo, por así decirlo. Barack Obama y Mitt Romney intentarán, con virtudes y defectos distintos, hacerse de la Casa Blanca, desde donde pretenderán influencia en el mundo. Bolivia no será la excepción, de por lo menos los afanes, aunque desde 2008 el gobierno de Evo Morales ha marcado con la potencia máxima distancia.
Atrás quedaron esas poses de poder que usualmente ostentaba la embajada de ese país en La Paz, como cuando Donna Hrinak casi obligaba a sus invitados bolivianos a los actos del 4 de julio, vestidos de cowboy o en motocicletas de hippie. O cuando los canales de televisión nacionales se apostaban en el ingreso a la legación en busca de políticos locales que, por la invitación y asistencia al almuerzo, eran potencialmente beneficiarios de la visa estadounidense.
Los tiempos han cambiado. Es por demás conocida la decisión de Morales de expulsar al embajador Philip Goldberg, en 2008, sindicado de promover la desestabilización en el país a través de una presunta injerencia en organizaciones cívicas y movimientos políticos regionales de oposición. Y la respuesta de Washington de actuar en correspondencia con la expulsión del embajador boliviano Gustavo Guzmán, inmediatamente después. Pero es más cercana la polémica declaración el Presidente del Estado, quien dijo que ahora “tener relación con la Embajada de Estados Unidos es como una caca”.
¿Cuándo Bolivia marcó tremenda irreverencia contra Estados Unidos? Que yo recuerde, casi nunca. Y ese casi, en mi criterio, se remonta a 2003, cuando el entonces gobierno de George W. Bush respaldó tenazmente al entonces alicaído gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, al punto de acoger al dimisionario en su territorio. Como ese aval se mantuvo hasta el final del mandato de aquél, era presumible que quien lo sustituiría, el vicepresidente Carlos Mesa Gisbert, no iba a contar con la misma deferencia estadounidense. Así fue.
Hace dos semanas, aquél admitió en una entrevista con Animal Político que luego de su renuncia al gobierno (no a la Vicepresidencia de la República), el 13 de octubre de 2003, cuatro días antes de la caída de Sánchez de Lozada, Estados Unidos le hizo saber que no iba a respaldarlo. En la noche del 16 tuvo una reunión con el embajador David Greenle, cita que  —según contó— planteó básicamente dos cosas: Uno, su deber democrático (“el deber democrático lo define Bolivia, no Estados Unidos”) y, dos, Estados Unidos no va a respaldar al gobierno que salga tras la renuncia de Sánchez de Lozada. Le dije “Estados Unidos puede hacer lo que le parezca conveniente y prudente, y sabrá si quiere respaldar o no al nuevo gobierno democrático; yo simplemente soy el vicepresidente constitucional de Bolivia y si me toca ser presidente lo seré con o sin el apoyo de Estados Unidos”, rememoró.
“Me pareció insólito que el embajador (me condicione). Obviamente, la conversación entró en un tono duro en ese momento. Luego yo le dije ‘un país que tiene la doble moral como Estados Unidos no va a venir a decirme lo que tiene (sic) que hacer’”.
Si fue así, Mesa Gisbert marcó un punto de inflexión en la relación desequilibrada entre Estados Unidos y Bolivia. ¿Es así? “Yo creo que definitivamente sí”, respondió a Animal Político el expresidente (2003-2005). “Con nosotros comenzó un cambio de actitud en Estados Unidos y mi primera decisión de marcar esa lógica, la primera en la que me vi enfrentado, fue el (acuerdo con los cocaleros por el) cato de coca”, insistió.
Sin embargo, Mesa Gisbert aclaró: “Dicho lo cual, yo no hubiera hecho lo que el presidente Morales ha hecho, es decir, expulsar al embajador Goldberg, pero creo que hay que reconocerle a Evo Morales su actitud de decir públicamente ‘saben, señores, ¡se acabó!’”.
Sin embargo, como recordó el también periodista, su gestión no fue tan fácil; la presión siguió desde otro flanco no menos importante. “Mi opinión es que la misión militar de Estados Unidos, siendo yo presidente, estuvo absolutamente involucrada en la decisión y desestabilización de mi gobierno”, admitió.
Eso también sospecha ahora Morales, quien constantemente cuestiona la actitud del Gobierno de Estados Unidos. Cuando calificó de “caca” a la relación con la Embajada de Estados Unidos sustentó el término con el argumento de que funcionarios de la legación intentaron involucrarlo con el narcotráfico, aunque no explicó cómo.
“Tal vez el término no fue adecuado. Si piensan que el término es exagerado, (pido) disculpas al pueblo, no al imperio. Lo que nos hicieron antes es imperdonable”, dijo el domingo en una entrevista con Animal Político.
Morales no parece flexibilizar su posición. Consultado sobre la necesidad de revisar el acuerdo marco suscrito el 7 de noviembre entre Estados Unidos y Bolivia, dijo que esa revisión consiste en evaluar si el documento se aplica o no. ¿Y la restitución de embajadores? “Es deseable, no es definitivo para los bolivianos. Si es una embajada o un embajador que no conspire, bienvenido; pero si es para tomar acciones políticas, es mejor no tener embajador de Estados Unidos en Bolivia”. Así también afirmó que le es indiferente que Obama o Romney ganen las elecciones. “Para mí, es lo mismo, ya probamos, ya hemos visto cómo va”, dijo la autoridad.
Así, si Mesa Gisbert planteó, obligado por las circunstancias de 2003, el punto de inflexión en la relación con Estados Unidos, Morales, en consonancia con su discurso antiimperialista, consolidó ese quiebre en la forma de esa relación. El acuerdo de noviembre —suscrito entre la subsecretaria de Estado de Estados Unidos para la Democracia y Asuntos Mundiales, María Otero, y el vicecanciller boliviano, Juan Carlos Alurralde— resume ese cambio de trato bilateral: el respeto mutuo. En otras palabras, eso implica “la no injerencia en asuntos internos del otro Estado, el derecho de cada Estado a elegir su sistema político, económico y social, el respeto a los derechos humanos y la solución a la controversia por medios pacíficos”.
Ahora es difícil imaginar que Estados Unidos incida en la nominación de autoridades en el país o la acción de la DEA (Drug Enforcement Administration, en inglés) en políticas sensibles a la soberanía nacional.

Publicado en el suplemento Animal Político de La Razón

lunes, 29 de octubre de 2012

18 horas de "sombra" al presidente Evo Morales

La Razón / Rubén D. Atahuichi López
00:01 / 28 de octubre de 2012
Del almuerzo, se comió la sopa de macarrones con maní y sólo el pejerrey del segundo. “Presidente, cómase la phisara, está muy rica”, le dije, sentado a su izquierda en el comedor del Palacio de Gobierno. “No, ya me harté”, respondió, y enseguida instruyó a su asistente que sus pilotos alisten  su avión —desde el que gobierna, como en su despacho o las comunidades— con destino a Cochabamba.
11.43 del jueves 25, temprano para la comida. A esa hora, el mandatario Evo Morales sabía que donde vaya en el día iba a comer más de la cuenta. El escudo de su plato, con la inscripción de “República de Bolivia”, quedó aún cubierto de phisara (graneado de quinua) y ensalada cocida; ni qué decir de la gelatina de frutilla... Lo asintió con una mueca de resignación el mesero Rubén Ticona.
El Jefe del Estado había llegado a las cinco de la madrugada a su oficina, con la idea de someterse durante todo el día al seguimiento de más de 18 horas de su rutina por parte de La Razón. Ni bien lo hizo, la Casa Militar le dio el primer regalo en la víspera de su cumpleaños 53 (nació en 1959 en Isallavi, Oruro): una valija negra con ruedas que mostró muy contento. Más tarde, recibió más obsequios, y, si hacemos números, mordió cinco veces torta, comió tres veces luego del almuerzo, bebió un vaso de vino y otros de chicha, extracto de uva y agua, hizo dos mudas de ropa, durmió 17 minutos (en el avión, de ida a Cochabamba), vio a cinco de sus 20 ministros, en un par de veces estuvo a 8.534 metros sobre el nivel del mar, tuvo cuatro reuniones y pronunció cantidad similar de discursos en también correlación a actos formales y populares en dos ciudades. Y en esos discursos incidió con tres ejes: hay que generar más energía eléctrica (6.000 megavatios) hasta 2025, hay que comenzar a construir nuevos actores políticos y sociales, y exhortar a los bolivianos al pago de impuestos.
Ironías. Considerado muy puntual y metódico por la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, la jornada “oficial” de la primera autoridad del país comenzó con quienes le pusieron en jaque hace tres semanas, una comitiva de la Federación de Cooperativas Mineras de Bolivia (Fencomin). Nada más al ingresar a las 05.15 al salón Dorado del Palacio Quemado, el Mandatario hizo algo típico en él: saludar con ironía. “Compañero Albino (García), se hicieron derrotar con el bloqueo”, le espetó al dirigente antes del inicio de la conversación, en alusión a las protestas del gremio social.
“Estamos en el proceso de cambio”, le dijo muy solemne el cooperativista a Morales. Un monumento de minero sobre roca en miniatura de regalo, que en el tiempo breve de la antesala estaba oculto en una caja de aceite Sao, pareció ser la excusa.
No se salvó el equipo político del Movimiento Al Socialismo (MAS) en la Asamblea Legislativa Plurinacional, conformado por los senadores Gabriela Montaño y Eugenio Rojas, y los diputados Rebeca Delgado y Roberto Rojas. “Señor periodista de La Razón, yo me ruego para que los legisladores vengan a coordinar; ya no vienen”, se lamentó la autoridad al abrir la charla con ellos, a las 06.26.
Luego, a las 08.13 y en el mismo ambiente, la comitiva del gobernador del Beni, Haisen Rivera, y de Jessica Jordan, la candidata a la Gobernación por el MAS, sufrió la burla presidencial. Esta última manipulaba su móvil mientras comenzaba la reunión, cuando Morales asestó: “Compañera, aquí está prohibido chatear y enamorar”. Haciéndole juego, la beniana replicó: “Ni Facebook tengo, el Álvaro (García Linera) vive en el Facebook”. 
Pudo ser más serio con el ministro de Gobierno, Carlos Romero. Éste informó al Presidente del Estado sobre la situación del secuestro y posterior liberación de Ana María Flores, la incautación de 40 vehículos en Challapata y la protesta de trabajadores municipales en La Paz, entre otros temas. Luego, a 20 minutos de las ocho, el alcalde de Batallas, Bernabé Balboa, y el presidente del Consejo Agrario de esa comunidad, Mario Pati, consiguieron que Morales se comprometa a construir un coliseo en el municipio paceño.
Fin de las reuniones pactadas. Muy agitada, a las 08.24 llegó al Palacio de Gobierno la ministra de Planificación, Viviana Caro, quien, en la oficina de la Jefatura de Gabinete,  preguntó por el Mandatario. Al verla, Dávila le avisó que el viernes debían estar todos los ministros en el acto por el aniversario de Morales. Su colega expresó dudas sobre su asistencia o no al festejo presidencial.
Gobierno. En una pausa en sus actividades, Morales hizo de guía para La Razón. Mostró su despacho —pocas veces lo hace— y nada más al ingresar en el apartado del segundo piso del Palacio de Gobierno, le pidió (dijo “por quinta vez”) a su jefa de Gabinete, Alejandra Claros, que de una vez retirara los tres dibujos de Alcides D’Orbigny de una de las esquinas. ¡Cómo, si D’Orbigny “fotografió el país en el siglo XVII!, lo refuté. “Es que prefiero artistas de ahora, como Gastón Ugalde y Mamani Mamani o fotografías del Che Guevara”, respondió.
Claro, tiene un tallado de madera con las figuras de Túpac Katari y Bartolina Sisa, de Ugalde, y otro pequeño del Che, a la izquierda de su sillón. “Son mis fuentes de inspiración”, confesó. Se sentó para la sesión de fotos y con una sonrisa encendió su televisor de pantalla plana, de 22 pulgadas. Cuando lo hizo, apareció CNN. “Es, pues, para monitorear a quienes nos tergiversan”, admitió.
En la sala contigua a su oficina, llaman la atención dos cuadros pintados con coca: una del Che y otra del propio Morales, ambos también de Ugalde. “Cuando Philip Goldberg me visitó, le hice sentar a propósito delante del Che, para las fotos”, contó respecto del Embajador de Estados Unidos que expulsó en septiembre de 2008 debido a una supuesta injerencia del diplomático en sectores conservadores del país. Minutos antes, en ese mismo lugar había recibido otros presentes de parte del contingente del Batallón Colorados de Bolivia, que resguarda el histórico edificio republicano.
Allí suele reunirse con parte de su reducido entorno ministerial. Dijo que desde esos ambientes gobierna el país, como lo hace en el nuevo FAB-001 Falcon Dessault 900, avión de fabricación francesa (con el que viaja casi diariamente), y las comunidades (le falta poco para terminar de visitar los 337 municipios del país).
Doctor. A las 10.07 se organizó un despliegue de seguridad impresionante. Un oficial, con mediación directa de la ministra Dávila, asignó el “cuarto” vehículo de la caravana de motorizados que esperaban fuera de la casa de gobierno al Jefe del Estado. A las 09.35, luego de 16 minutos de recorrido, la comitiva presidencial, con Dávila y el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, llegó a la Escuela Militar del Ejército (EMI), en la zona de Irpavi.
En un acto de honor por los 62 años del instituto y bajo la Orden 046/2012 de la academia, Morales fue distinguido como Doctor Honoris Causa, otro de más de una docena de ese tipo en su haber. En su discurso de 14 minutos, el Presidente habló de un plan de energía eléctrica para 2025 y allí dijo a los estudiantes y militares jóvenes que son los futuros actores del desarrollo del país.
Aunque había duda sobre si la autoridad almorzaba o en el Palacio de Gobierno o en Cochabamba, la decisión final fue por el primero. Al retorno al Palacio, a las 11.35, una delegación de chicos y profesores del kínder Virgen Niña de El Alto coincidió con la presencia en el edificio del Mandatario. Israel, niño de menos de 40 centímetros de tamaño que padece enanismo, sorprendió a la autoridad. ¿Cuántos años tienes? “Siete”, respondió con entusiasmo y con una vocecilla tierna.
Luego, a las 11.43 se juntaron en la comida Morales, el canciller David Choquehuanca; Dávila; el viceministro de Coordinación Gubernamental, Javier Baldiviezo, y los periodistas de La Razón. Entre charla informal, ironías y chismes de parte del anfitrión principal, el almuerzo terminó a las 12.25. El viceministro aprovechó la ocasión para hacer que el Jefe del Estado firme varios documentos, entre ellos el reglamento de la Ley de Telecomunicaciones, la transferencia de bienes a favor del municipio de Huacareta (Chuquisaca) y la declaración “por quinta vez” —como dijo Baldiviezo— del Illimani como patrimonio. “Se aprovecha este viceministro”, se burló Morales.
La comida de rigor, refresco de mokochinchi (de durazno seco, que tomó con gusto Choquehuanca, como todos) y cubiertos de plata le dieron tono especial a la merienda.Morales preguntó a su asistente sobre si su ropa estaba o no lista. Luego fue por la muda, mientras sus acompañantes de viaje a Cochabamba salieron hacia los siete vehículos de la caravana. A las 12.35 partió ésta rumbo al aeropuerto del Grupo Aéreo de Caza (GAC). Allí esperaba funcionando el lujoso Falcon 900.
Cochabamba. El aparato es muy cómodo, de dos filas de asientos de cuero beige. Morales ocupa siempre dos de ellos frontales, uno para recostarse y otro para extender sus pies. Además de esos, hay otros tres pares, más dos sofás en el gabinete de atrás. No hay rastros de colillas de cigarro en los ceniceros empotrados en madera fina y barnizada de los costados, con monitores manuales de información pequeños. Un piso mullido y esponjoso beige, un monitor con vista hacia las ruedas y la pista, además de otros dos para información y un pequeño televisor para el Presidente completan el ambiente.
Al sentarse, Morales recibió el parte del suboficial Víctor Choque Chirinos, a quien le pidió hacerlo con el puño derecho en alto. La misma operación exigió al retorno de Cochabamba. Muy gentil, el militar de la Fuerza Aérea cubrió con una manta color vicuña las piernas del Presidente, cuando a las 13.17 la nave cobró altura pilotada por el coronel Javier Zabala Saldías y el mayor Marco Choquehuanca Marín. En la misión fueron además Dávila, Choquehuanca y los dos periodistas (a la vuelta se sumaron el senador Isaac Ávalos y las asistentes del Mandatario y el Canciller).
Al llegar a las 13.47 a Cochabamba, esperaba la comitiva de Leonilda Zurita y Célima Torrico, fieles compañeras de Morales, y tres oficiales de la seguridad presidencial. 13 minutos después, Morales fue a su casa, al encuentro de su hijo Álvaro, que este año se gradúa como bachiller. Éste lo acompañó a la inauguración de la sede del Fondo Productivo Social (FPS), en la zona Villa Moscú. Allí, el Jefe del Estado cuestionó el “Estado inquilino” que fue Bolivia, en alusión a la condición en la que antes se encontraba esa institución. Se sumó al acto el ministro de Aguas y Medio Ambiente, José Zamora Gutiérrez. Allí hubo comida a montones, y Álvaro, un muchacho moreno y fornido, con la camiseta negra de Barcelona, se encargó de almacenar los platones de chicharrón, conejo y rosquillas en el Toyota Sequoia presidencial (en la noche estaban en el sofá del avión).
A las 16.50, el Presidente llegó a la sede de la Confederación de Campesinos de Cochabamba, cerca de La Coronilla, donde un centenar de estudiantes terminaba el congreso Yo 20-25. Fue el tercer discurso presidencial, que comprometió el recambio generacional para el mando político y social con miras al Bicentenario del Estado. Así, Morales propuso “limitar la edad de las autoridades elegibles a 65 años”. También contó que la reina Sofía le comentó que en poco tiempo los países pobres, como Bolivia, serán más ricos.
Mientras, en la avenida Huayacán, cerca de la casa del Presidente en la zona Las Rocas, una multitud esperaba para la inauguración de la vía (de 600 toneladas de asfalto y Bs 35 millones de costo) al Mandatario, al gobernador Edmundo Novillo y al alcalde Edwin Castellanos. La comitiva llegó al palco a las 19.50 y el Presidente fue recibido con marcha marcial por dos bandas de música juntas. En su discurso, el Jefe del Estado repitió el discurso del día y nunca dijo por su nombre al Alcalde, a quien popularmente le dicen “Cholango” (por el tinku Cholero que solía cantar mientras era guitarrista y vocalista del dúo Tupay). “Evo cumple y Cholango también cumple”, arengó Castellanos, para quien las obras ya no son “estrella”, sino “de impacto social”.
En una vivienda contigua al acto, protocolo de la Alcaldía había preparado una comelona con un exquisito p’ejtu (carne de pollo, mucho ají, chuño mezclado con habas, y papas). Allí, los anfitriones le hicieron morder la última torta a Morales, quien no dejaba de sacarse fotos con los invitados a la cena. Minutos después, el general Luis Fernando Montaño, de la Guarnición Militar de Cochabamba, organizó otro acto en honor del Capitán General de las Fuerzas Armadas en el aeropuerto. Allí, el coronel Darío Leigue recordó que Morales es “el único presidente soldado en democracia” y le obsequió un baúl tallado en mara. Un vino y fideo uchu (ají de fideo) cerraron la celebración.
A las 22.36, el avión aterrizó en El Alto. Media hora después, Morales se desperezaba en la residencia de San Jorge, en La Paz, donde concedió la última charla a La Razón, de 11 minutos. Seguramente se ha quedado pensando en la niña que cerca del mediodía le susurró en el Palacio de Gobierno: “Vas a ir a mi casa, ¿ya?”. Claro, el Mandatario ordenó a Baldiviezo comandar el trabajo de Inteligencia para hallar en unos días a la pequeña y cumplirle el sueño.

Esta crónica fue publicada en el suplemento Animal Político de La Razón

Obras en el Silala son sólo el inicio

Evo Morales - Durante el día a día de Morales que contamos en esta edición, el Presidente esquivó la grabadora. Al aceptarla con creces, impuso diez minutos para la entrevista, pero ésta se extendió un minuto más y aquél cuestionó ese descuido de Animal Político.


La Razón / Rubén D. Atahuichi López / La Paz
00:01 / 28 de octubre de 2012
El Primer Mandatario considera que Chile “no tiene ningún derecho” cuando reclama tuición sobre el manantial que se origina en el noreste del departamento de Potosí. Su declaración coincide con el inicio de obras en la zona. En otros asuntos, Evo Morales dice que el Gobierno “nunca” ha pensado en una regulación a las redes sociales. Sobre las relaciones con Estados Unidos afirma que “es deseable reponer embajadores”, aunque asegura que si es para sentar injerencia, es mejor no hacerlo.
— Ha tenido una jornada más intensa que ésta?
— Sí, hoy apenas estuve en dos departamentos. Mi récord en un solo día es cinco departamentos. Como cuatro veces estuve en cuatro; siempre se presenta esta clase de actividades.
— ¿Qué destaca de esta jornada?
— A ver... la última concentración, en la entrega de la avenida Huayacan (el jueves, junto al Alcalde de Cochabamba), mucha gente y mucho aprecio. Fue un trabajo conjunto entre el Alcalde y el Gobierno. También la reunión de las juventudes (Yo 20-25), aunque no hubo tiempo para escucharlas;  qué lindo hubiera sido escuchar sus pensamientos. Se siente que hay aprecio. Con Yo 20-25 se siente que hay un movimiento de la juventud orientada al Bicentenario del Estado. Empiezan a organizarse ya en dos departamentos y esto va a continuar en todo el país.
— Les ha contado lo de la reina Sofía...
— La reina Sofía me dijo en la cena que hicimos en honor de Su Majestad: “Evo, ahora ustedes van a ser los ricos, nosotros los pobres”. Me sorprendió, pero muchas veces me preguntó: “¿Cómo han hecho para levantar rápidamente a Bolivia?”. Le comenté sobre la nacionalización, que las petroleras ahora no son dueñas, sino socias, como la Repsol; que no se han ido y van a seguir invirtiendo; que son prestadoras de servicios y ahora están pasando a otra etapa, que es la de darle el valor agregado a nuestros recursos, especialmente al gas.
— Usted le ha dicho “nuestra reina” y “lo pisado está pisado”...
— Claro… Es un simbolismo; qué bueno sería que un día el planeta sea uno sin oligarquías, sin monarquías, sin jerarquías... Eso será una rehabilitación de los habitantes en el mundo.
— La relación con España es distinta a con Estados Unidos. Volvería a decir que la relación con la embajada es una…
— Hable, hable...
— Caca.
— Tal vez el término no fue adecuado. Si piensan que el término es exagerado, (pido) disculpas al pueblo, no al imperio. Lo que nos hicieron antes es imperdonable. Que hayan impuesto políticas sociales, y saqueando nuestros recursos, es irreparable por parte de esas potencias. Ahora que nos hemos       liberado políticamente y económicamente, no hay nada que debatir con ellos.
— Carlos Mesa nos contó en  Animal Político que alguna vez David Greenle le dijo que Inteligencia de su país supo que querían matarlo mientras usted era diputado. ¿Qué tan cierta es esa versión?
— Muchas veces nos salvamos de atentados contra la vida y, si bien Mesa comenta eso, es la verdad; lo intentaron, nos han perseguido… La DEA, especialmente en el gobierno de Jorge Quiroga, lo planificó. Es también imperdonable, me acuerdo perfectamente…
— ¿Su expulsión?
— No, acabar con la vida. Y la investigación que hizo muy bien Estela...
— Caloni...
— Caloni, de Argentina, fue impresionante. No sé cuántas veces nos hemos salvado la vida.
— ¿Qué ha hecho para cuidarse?
— Sobre todo estaba apegado a mi organización, a las Seis Federaciones, que han sido mis grandes protectoras. La experiencia que tengo es: cuando uno defiende a sus bases, las bases defienden a su dirigente. Ahora está pasando lo mismo; cuando un presidente trabaja para  el pueblo, el pueblo lo defiende.
— ¿Las obras en el Silala son una señal fáctica, práctica?
— Sí, es un inicio… Es importante que el pueblo boliviano aproveche sus recursos hídricos; las vertientes están en territorio boliviano, es nuestra tarea, nuestra obligación, aprovechar las vertientes.
— ¿No lo ha llamado Sebastián Piñera tal vez para reclamarle por quizás esa “provocación”?
— Ninguna provocación. Dentro de los derechos internacionales y las relaciones bilaterales, nunca jamás puede haber alguna provocación por el aprovechamiento de nuestros recursos hídricos.
— Considerando que Chile reclama cierta tuición sobre el  manantial...
— Pueden hacerlo, pero no tienen ningún derecho. Es nuestro derecho a aprovechar las aguas del Silala.
— ¿Qué proyectos más van a hacer sobre el Silala?
— Oportunamente planificaremos; tenemos algunas (iniciativas) muy importantes para aprovechar las aguas del Silala.
— Lauca ha estado abandonado por mucho tiempo, sin una acción gubernamental. ¿Su gobierno va a hacer algo al respecto?
— Sí, está trabajando la Cancillería y con seguridad va a haber… Vamos  a ir planificando, consultando expertos… Ése sí es un río internacional y dentro de ese marco, de las normas internacionales, quienes no respetan las aguas del Lauca tampoco tienen derecho a hablar sobre el Silala.
— A fin de cuentas, ¿cómo se va a encauzar este juicio ante cortes internacionales por el mar? ¿Hay fechas?
— Sí, está trabajando en eso la Dirección de Reivindicación Marítima (Diremar).
— Se ha dicho que hasta fin de año podría estar...
— Mediante Diremar, Bolivia está preparada.
— Chile ha destinado 14,8 millones de dólares para hacer una eventual defensa ante La Haya...
— Es su derecho, pero acá tienen que mandar razones y no imposición de recursos económicos (sic). Yo me he reunido con algunos equipos, tribunales en La Haya, que entienden perfectamente, y consultando a los organismos internacionales, a los expertos, tenemos todo el derecho; nosotros tenemos la razón. (El de 1904) es un Tratado injusto, impuesto, incumplido además de eso. Solamente un ejemplo: ¿dónde está el ferrocarril Arica-La Paz? Que nos digan si ellos han cumplido con el Tratado  de 1904.
— Volviendo a Estados Unidos, ¿es posible revisar el acuerdo marco? El ministro Juan Ramón Quintana ha anunciado esa posibilidad.
— Mmm... revisar para su aplicación, si se aplica o no se aplica. En eso consiste la revisión.
— ¿Qué términos del acuerdo están débiles?
— Primero, hay que poner en práctica. Ni siquiera podemos intercambiar o reponer embajadores…
— ¿Bolivia está dispuesta a reponer embajadores ya?
— Es deseable, no es definitivo para los bolivianos. Si es una embajada o un embajador que no conspire, bienvenido; pero si es para tomar acciones políticas, es mejor no tener embajador de Estados Unidos en Bolivia.
— ¿Le es indiferente que gane Barack Obama o Mitt Romney?
— Para mí, es lo mismo, ya probamos, ya hemos visto cómo va.
— Al final, ¿se va a construir la carretera? La consulta parece avanzar inminentemente.
— Esperamos la conclusión de la consulta para ver qué hay que hacer.
— ¿Ya hay posibilidades más certeras de que haya carretera?
— Todavía no tengo qué opinar, pero hasta ahora hay una excelente participación de 51 o 52 comunidades. Sí a la carretera, no a la intangibilidad, es una conciencia desde las mismas comunidades que están dentro del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).
— ¿Ha hablado con el fiscal Ramiro Guerrero respecto de una coordinación?
— Sólo felicitación, nada más.
— ¿No se ha sentido incómodo o preocupado por el “acoso” que ha tenido en esta jornada por un medio de comunicación específico?
— Es normal, es de cada día; no hay ninguna molestia. Más bien es un halago que la prensa nos pueda acompañar.
— Álvaro García Linera dijo que lo insultan a través de las redes sociales. ¿Le ha mostrado un insulto a través de esas redes?
— Muchas cosas hemos leído, pero el Vicepresidente nunca ha dicho que hay que controlar o cerrar (las redes sociales); nos encanta informarnos (sobre lo) que dicen los  opositores, que tienen libertad de opinar, aunque con tantos adjetivos, pero es parte de la democracia. Paciencia y paciencia ante tantas humillaciones en las redes sociales.
— ¿Lo que quiere decir que no va a haber una regulación a las redes?
— No, nunca la hemos pensado; sólo la prensa ha tergiversado.
Perfil
Nombre: Juan Evo Morales Ayma
Nació: 26-10-1959
Profesión: Agricultor
Cargo: Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia
Cumple...
El jueves, en un encuentro con jóvenes de Cochabamba, el Presidente del Estado sostuvo que no le gusta cumplir años, debido a que, por el contrario, se reducen los años de vida. En 2006 llegó a la primera magistratura del país tras cumplir 46 años de vida.  

Entrevista publicada el 28 de octubre en el suplemento Animal Político de La Razón
Fotografías: Ángel Illanes

viernes, 26 de octubre de 2012

Morales dice que el Gobierno “nunca ha pensado” regular las redes sociales

Rubén D. Atahuichi López


El Gobierno “nunca” ha considerado la posibilidad de regular las redes sociales y, al contrario, va a tener paciencia ante los insultos que —como denunció el vicepresidente Álvaro García Linera— el presidente Evo Morales recibe a través de esa plataforma en internet.

“No, nunca la hemos pensado; sólo la prensa ha tergiversado”, respondió el Mandatario en una entrevista que el domingo 28 publicará La Razón en su suplemento Animal Político.
“Muchas cosas hemos leído, pero el Vicepresidente nunca ha dicho que hay que controlar o cerrar (las redes sociales); nos encanta informarnos (sobre lo) que dicen los opositores, que tienen libertad de opinar, aunque con tantos adjetivos, pero es parte de la democracia. Paciencia y paciencia ante tantas humillaciones en las redes sociales”, dijo Morales.
El domingo, en un acto público en el trópico de Cochabamba, García Linera dijo que toma nota de quienes insultan al Presidente del Estado. “Aquí tengo guardadito en el celular, cómo en las redes sociales, en el Facebook, en Internet, lo insultan al Presidente (…). Siempre estoy entrando a Internet y voy anotando con nombre y apellido a los que realizan insultos contra nuestro Presidente”, afirmó.
La declaración de la autoridad ha generado molestia en las comunidades virtuales y políticos de oposición, y algunos legisladores del Movimiento Al Socialismo (MAS) incluso han planteado la posibilidad de debatir una eventual regulación de Internet.

La versión EFE:

Morales asegura que "nunca" ha considerado controlar las redes sociales
  
   La Paz, 26 oct (EFE).- El presidente boliviano, Evo Morales,
afirmó que su Gobierno "nunca" ha pensado en controlar las redes
sociales y aseguró que "la prensa ha tergiversado" la preocupación
expresada por otras autoridades por los insultos contra el
mandatario en internet, informó hoy el diario La Razón.
   Morales hizo la declaración a ese matutino paceño en una
entrevista, que será publicada completa este domingo 28, pero que
fue adelantada hoy en su edición digital.
   "No, nunca la hemos pensado; sólo la prensa ha tergiversado",
aseguró Morales respecto a esa posibilidad planteada esta semana por
algunos parlamentarios oficialistas, luego de que el vicepresidente
Álvaro García Linera dijera que ha detectado a personas que usan las
redes sociales para insultar al gobernante.
   "Muchas cosas hemos leído, pero el vicepresidente nunca ha dicho
que hay que controlar o cerrar; nos encanta informarnos qué dicen
los opositores, que tienen libertad de opinar, aunque con tantos
adjetivos, pero es parte de la democracia", dijo el mandatario.
   Agregó que solamente tiene "paciencia y paciencia ante tantas
humillaciones en las redes sociales".
   El vicepresidente afirmó el domingo que "siempre" entra al
internet y que anota "con nombre y apellido los insultos" que hacen
a Morales, lo que, según dijo, le da "rabia".
   El jefe de los diputados oficialistas, Roberto Rojas, declaró
después que las personas que insultan a Morales en el Facebook
deberían ser denunciadas por "discriminación" y anunció que
retomarán una idea anterior para aprobar un proyecto de ley de
regulación de las redes sociales.
   Sin embargo, García Linera admitió hoy que "es imposible colocar
algún tipo de regulación" en las redes sociales, si bien resaltó la
importancia de que los usuarios tengan "ciertos principios éticos" y
sepan expresar y sus críticas "con altura y argumentos", evitando
los "adjetivos" y las ideas racistas o discriminatorias.
   "Las redes forman parte de una estructura planetaria inmaterial,
imposible de ser controlada, imposible de ser sancionada (...) ¿Cómo
se regula eso? Se habla, se dialoga, se convoca, no podemos hacer
más", afirmó el vicepresidente en rueda de prensa. EFE