lunes, 22 de octubre de 2012

Entre la abuela y las relaciones que apestan

Rubén D. Atahuichi López
A estas alturas de la historia plurinacional, ya se han hecho tratados sobre los dichos del presidente Evo Morales, aunque algunos sólo se hayan dedicado a hacer simples recopilaciones de lo que “normalmente” suele decir éste.
El viernes 12, en un acto en ocasión del Día de la Descolonización (si España no colonizaba a nuestros ancestros del Abya Yala, seguro que no había tal fecha, menos un desliz presidencial), la autoridad dijo sin eufemismos, contrariamente al “lenguaje diplomático”, lo que muchos mortales criollos creen de Estados Unidos. “(...) El que tenía relaciones con la Embajada de Estados Unidos (era) así como admirado; ahora —perdonen la expresión— tener relación con la Embajada de Estados Unidos es como una caca”. Tal cual. Ha debido ser tal la bronca de Morales, que al día siguiente se justificó diciendo que Estados Unidos pretendió tenderle una trampa y vincularlo con el narcotráfico. O sea, quisieron...
Quizás sean las formas las que le diferencien —ya en otro tema— de su par chileno Sebastián Piñera, quien se mandó una pachotada verbal (por decirlo menos) cuando dijo que su país defenderá su territorio “con toda la fuerza del mundo”, en una alusión innecesaria a la demanda marítima boliviana. Pero buena respuesta tuvo aquél de parte del expresidente de Bolivia Jorge Quiroga. “Usen la fuerza con su abuela, que con Bolivia no la van a usar”. Sólo le faltó el “carajo” para ser más patriotero que el mismo Eduardo Abaroa.
Sin embargo, el patriotismo suele pintarse de ignorancia en casos como el del candidato a la Alcaldía de Santiago de Chile Waldo Mora. “Bolivia busca reivindicaciones marítimas solamente para sacar droga”, dijo el hombre. Como si nos bastara eso... Hace dos semanas, el canciller trasandino, Alfredo Moreno, desnudó su soberbia al afirmar que “Bolivia carece de un derecho para reclamar una salida soberana al mar”.
La diferencia entre una y otra frase en este breve recuento es que algunas son “diplomáticas”, otras son torpes y una es burda y todos los sinónimos posibles, aunque cierta. De todos modos, el lenguaje diplomático siempre suele estar lleno de eufemismos o hipocresías.
No obstante, y como dicen, aunque Diosito se empute, son malas palabras, e igual todos la c...

No hay comentarios:

Publicar un comentario